Como solía decir Julio Grondona: «Todo pasa». Las dificultades matrimoniales provocadas por mentiras pasan. Los problemas financieros pasan. Las vergüenzas nacionales pasan. Los grandes triunfos que, por un instante, elevan a países completamente desconocidos a los cielos más altos, esos también pasan. El dinero pasa. La justicia pasa. ¿Pero qué le pasó a Sergio Jadue? Todo.