La caricatura «Me estoy sonrojando» te recordará lo difícil que puede ser la adolescencia. Mei Li cumplió 13 años recientemente, pero ya conoce todos los peligros de la crisis. Exteriormente, parece una mojigata ordinaria, pero por dentro vive una verdadera bestia. Las personas que la rodean la consideran un poco extraña, ya que no le gustan las compañías ruidosas y una mayor atención a su propia persona.
Cada vez más, el niño es incapaz de hacer frente a las emociones que lo rodean. La dificultad radica en el hecho de que la niña no puede simplemente gritar o rendirse. En momentos de rabia o vergüenza, se convierte en un enorme panda, y en esos momentos es mejor que los demás se mantengan alejados. Mamá, que a menudo se vuelve demasiado entrometida, trae confusión constante en la vida de un adolescente. Los maestros traen una cierta contribución con lecciones y tareas, y los compañeros agregan problemas y preocupaciones. Bajo la apariencia de un animal gigante y esponjoso, todo lo que queda es correr y, a veces, el yoga y las técnicas de respiración ayudan a sobrellevar la situación. Es insoportable seguir llevando un estilo de vida tan atípico, por lo que urge buscar una salida salvador.